Conocimientos básicos sobre tela de algodón estampada

(1) Tamaño del reverso de la flor

Independientemente del tejido del pedido, lo primero que debemos hacer es verificar el tamaño del bucle. El tamaño del bucle se refiere a la distancia entre las repeticiones del mismo patrón en un ciclo, en la dirección longitudinal (dirección de la urdimbre) del tejido. El tamaño convencional es de 64 cm por ciclo, que corresponde a la serigrafía circular común. Actualmente, las máquinas de serigrafía circular importadas más avanzadas ofrecen tres tamaños adicionales: 81,7 cm, 91,4 cm y 101,8 cm. Otros tamaños de bucle solo se pueden imprimir mediante serigrafía plana. Otra diferencia entre la malla circular y la plana radica en la menor eficiencia de la impresión con malla plana; sin embargo, la impresión de flores, caracteres y motivos de nubes presenta efectos de capas pronunciados, lo que resulta en mayores costos de procesamiento.

(2) Combinación de colores de patrones florales
La impresión suele constar de muchos colores, y podemos simplemente contar los patrones de bloques de color. En el caso de los diseños florales o de nubes, es más importante que los profesionales o las fábricas tomen decisiones, ya que esto también influye en el precio. Un color en un diseño floral se denomina conjunto de colores, y normalmente hay varios conjuntos. Antes de imprimir, debemos crear la misma cantidad de tramas. Los conjuntos de colores convencionales para máquinas de serigrafía circular pueden imprimir hasta 16 conjuntos, mientras que para la serigrafía plana, el número de conjuntos no está limitado por el tamaño de la flor y, por lo general, no supera los 12. Esto también depende del equipo de impresión de la fábrica de impresión y teñido. Antes de aceptar un pedido, debemos informarnos detalladamente.

(3) Selección de tintes

La impresión en algodón se divide generalmente en impresión reactiva e impresión pigmentada. Normalmente, la diferencia se determina por la textura. La impresión reactiva ofrece una textura suave y permite que el agua penetre fácilmente en las zonas con estampados, mientras que la impresión pigmentada es más rígida y dificulta la penetración del agua en dichas zonas. También se pueden realizar pruebas sencillas con lejía o desinfectante; las impresiones que se decoloran con la lejía se consideran reactivas. La decisión final sobre qué tipo de impresión utilizar recae en el cliente. La impresión reactiva requiere más procesos y tiene un coste total más elevado que la impresión pigmentada, lo cual se alinea con la tendencia medioambiental global actual.

2. Preparación para la confección de una red

Tras determinar si se trata de impresión con malla circular o plana, debemos proceder a la fabricación de la malla. Esta tarea corresponde a la fábrica de impresión y teñido, y tenemos cierto conocimiento del proceso. Generalmente, la fábrica realiza un muestreo de color por ordenador según el diseño, genera un boceto del color con el efecto general, elabora pequeñas muestras y, una vez que el cliente las aprueba, se procede a la fabricación de la malla de mayor tamaño y a la preparación para la impresión.

3. Proceso de impresión

(1) Proceso público

Al igual que en el pretratamiento de telas teñidas (véase la sección de conocimientos básicos sobre teñido), antes de la impresión es necesario realizar procesos como el chamuscado, el desencolado, el hervido, el blanqueo, el acabado de seda y la aplicación de barniz. El acabado de seda no es imprescindible para la impresión, pero puede aumentar la contracción de la urdimbre. Una vez que la tela con un buen acabado de seda se calienta y se le da forma, se puede imprimir. La serigrafía plana tiene una baja eficiencia, generalmente de 20 a 30 metros por minuto, y el tiempo de preparación previo a la impresión es prolongado. La serigrafía rotativa suele alcanzar los 40 a 50 metros por minuto, y la impresión de patrones sencillos puede llegar a los 80 metros por minuto, lo que demuestra su eficiencia.

(2) La diferencia entre el postratamiento de recubrimientos y la impresión reactiva

La impresión con pintura es un proceso físico que requiere un horneado posterior para fijar el color y mejorar su solidez. Muchas fábricas omiten este paso para reducir costos. En comparación con los colores claros, el impacto en la solidez del color es mínimo. Tras el horneado, siempre que el estiramiento sea suave, se puede proceder. Según las especificaciones del cliente, también se pueden realizar procesos de calandrado y preencogimiento. Finalmente, el producto terminado se inspecciona y se empaqueta.

La impresión reactiva es una reacción química. Se trata de un proceso en el que los grupos de tintes reactivos y las fibras de algodón reaccionan químicamente bajo ciertas condiciones de temperatura y humedad. Por lo tanto, el siguiente paso en nuestro proceso de impresión es el vaporizado, durante el cual reaccionan la mayoría de los tintes y las fibras. El exceso de tintes y las diversas suspensiones de catalizadores presentes en el proceso de impresión se eliminan mediante lavado con agua. Posteriormente, se utilizan procesos convencionales de estirado, preencogimiento y calandrado. Además, según las necesidades del cliente, se pueden realizar acabados funcionales como tratamientos antiácaros y antibacterianos, triple capa de barniz, acabado ignífugo, etc.

En la actualidad, se han producido importantes avances en la impresión con pigmentos, con el uso generalizado de nuevos recubrimientos ultrasuaves y de alta resistencia a la decoloración solar. Muchos productos de impresión con pigmentos han superado la prueba europea Oeke-Tex 100. Se utilizan cada vez más productos de impresión en prendas de vestir, especialmente en ropa de bebé, ropa de cama y otros textiles para el hogar.